March 7, 2018

De la casa a la calle...tres días después del huracán



Luego de tres días del paso del huracán María fue que salimos de nuestra casa. Lo que vemos fuera de la casa es algo "inesperado". Árboles caídos y otros de pie, pero sin hoja alguna. Muchos de los caídos entorpecieron el tránsito, se iba a una velocidad lenta, a la no acostumbrada. Postes caídos y sus cables, semáforos, letreros de negocios, planchas de cinc (las usadas como techo en las casas de maderas), casas destruídas o semi-destruídas. Inundaciones en muchos lugares, siendo el área más afectada Toa Baja y áreas de Bayamón, por el golpe del Río La Plata saliendo de la represa del mismo nombre.


Muchas de las personas afectadas tuvieron que moverse a refugios, ya que sus residencias fueron afectadas o destruídas. La mayoría de estas personas viven en áreas rurales y de la montaña, que se inundan o se afectan con facilidad al menor chubasco de lluvia.

No había electricidad en toda la isla, agua en pocas áreas, comunicaciones eran nulas. Cero teléfonos regulares, cero transmisión por cable y satélite. Con la velocidad delos vientos, se fueron todas las torres (1,610) de comunicación celular. Algunas cayeron, otras se desalinearon sus placas de transmisión (las comunicaciones de celulares son por microondas y las placas de transmisión tienen que estar en 90 grados para que exista la comunicación). Durante las primeras dos a tres semanas, solo una emisora de radio, una estación de televisión estuvieron transmitiendo. Pero fue casi igual que nada, ya que no había electricidad ni internet. En mi casa escuchamos la radio de 1980 que todavía funciona y compramos suficientes baterías. Las personas con celulares salían a la calle a buscar señal, cosa que no fue fácil.


Durante las primeras tres semanas, la recuperación no fue fácil o fue nula, particularmente a las personas enfermas o encamadas que dependían de la electricidad para activar sus equipos de salud. Mucha gente se vió obligada a comprar plantas o generadores de electricidad, sin saber los gastos, operación y mantenimiento que estos conllevan.

Incomunicados en un 90 porciento, la gente comenzó a desesperarse. No solo los residentes de Puerto Rico. Por igual sus familiares y amistades residentes en los Estados Unidos, que llamaban a la emisora de radio para saber de ellos. Como todos saben, las frecuencias de radio y televisión dependen de retransmisores ("relay stations") para cubrir la isla completa. De los canales principales, solo Telemundo (Canal 2) regresaron en pocos días y Wapa Radio (680 AM) se mantuvo en el aire junto al huracán.

Las filas en las gasolineras eran inmensas. Algunas personas se iban desde la madrugada a la fila de la gasolinera. Y estaban entre ocho y doce horas (o hasta que se terminara la gasolina) para reabastecer sus autos y sus plantas eléctricas. La cantidad de venta estaba limitada a $10 por automóvil y $5 dólares para las plantas por día. También hubo personas que pernoctaban para tener el primer turno de entrada a la gasolinera.




Fila para buscar gasolina (Reuters)

Pero este problema no se resolvió en tres días. La gente no tenía la menor idea de cuánto tiempo sería necesario para que la isla se recuperara de el huracán catastrófico, categoría 5, que afectó a todo Puerto Rico, llamado María.

Pero yo, mientras escuchaba a la gente en la radio, le hice este comentario a mi madre: "Esto va a tardar de 6 a 8 meses.".

Y yo, simplemente di reversa en la historia de mi vida, y la de mi madre, que vivió con quinqué, velas, tablas de lavar ropa, el anafre, leña para el fuego, etc.; y reprogramé mi mente, pensando que estaba en esos tiempos. Cocinamos con estufa de "Boys Scouts", lavando con tablas de ropa, y neverita de hielo. El hielo lo conseguimos gracias a la vecina. Tenía planta, llenó botellas de leche y nos hizo hielo para la neverita.

Hay que vivir el momento...como dice la canción.

"CON-TI-NUA-RE-MOS....."

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